Dormitorio 001A - Vincent Valentine.

Comprendí que era lo correcto, que tenían que ser los profesores quienes tenían que comunicarlo. Pero yo no estaba acostumbrado a tratar de esa manera con la gente...

-De acuerdo, ahora mismo iré a avisar a la señorita Thompson y nos dirigiremos hasta allí.

Al ver que el director no contestaba nada cerré rápidamente el movil.

Me di media vuelta y me dispuse a abrir la puerta.

-¿Ehhh?¿Y ahora a dónde?-exclamó Gigi.

-A la enfermería. Tengo que avisar a Angie de una cosa.

-Ya, excusas.

-...No. Los dos tenemos que avisar de la muerte de un alumno.

-Ups, que tema más peliagudo.

Crré la puerta tras de mi, y me dirigí a la enfermería.

Llegué a mi habitación y de nuevo tiré la capa encima de la silla.

Me tumbé en la cama y me puse a pensar...

"Me pregunto como será el funeral de Ueki, pues al fin y al cabo, nadie le conocía..."

Me desperté de golpe.¿ Había tenido una pesadilla? No me acordaba de que era, pero tenía un mal presentimiento.

"Se que he tenido una pesadilla, pero es como si la hubiese olvidado nada más despertarme..."

Me relajé intentando recordar de que se trataba...

De nuevo mis ojos se abrieron de par en par y dejaron escapar un pequeño grito.

-Por favor, ¿Que te pasa? ¿Son todas tus noches así?-dijo Gigi medio adromilado.

-No...he tenido una pesadilla.

-¿De qué?

-No lo se, solo recuerdo destrucción, llamas...Algo malo va a suceder, lo se.

-Vaya, ahora te las das de medium...

-No tiene gracia Gigi-le regañé.

Aquello no parecía una tontería. Donde los demás verían un sueño, yo veía un inminente peligro que se aproximaba al jardín. Sin embargo no podía estar seguro de nada. No pdía alarmar a la gante de forma inutil. Quizá solo fuese un sueño...

Me volví a dormir bajo aquella enredadera de pensamientos que me envolvían...

Unos golpes en la puerta me despertaron.

-Vincent. ¿Estás despierto?

La voz de Angie podía oirse al otro lado.

-Oiinsss...¿Que quiere ahora?-dijo Gigi medio adormilado.

-Si, estoy despierto-conteste

-Esta bien, pasa-contesté.

Angie terminó con mi herida. Yo no podía pensar en otra cosa que en aquellos sueños tan extraños que había tenido.

-Está bien, vámonos. Estarán esperándonos. ¿Vienes, Gigi?

-De acuerdo-dijo mientras se subía a mi hombro de un salto.

Los tres salimos en direccion al aula.