Dormitorio 001A - Vincent Valentine.

Esta es la habitación del profesor Vincent. El post siguiente a este será el primer post del rol en este tema.

Llegué a la habitación y dejé allí mis pertenencias. Desenfundé la pistola y la dejé en la mesita. La habtación parecía bastante confortable.

Me tumbé en la cama, que era bastante cómoda. Al acostarme noté un cierto pinchazo en la herida.

-Será mejor que descanse un rato.

Abrí los ojos...

"Me he quedado dormido"-pensé al mirar el reloj.

Ya habían pasado tres horas desde que me había acostado.

Me incorporé y contemplé el jardín desde la ventana...

Cuando me di cuenta ya había anochecido.

"Será mejor que descanse. Si me encuentro con fuerzas podré realizar otra misión"-pensé.

Me acosté en la cama y mis parpados fueron cerrándose lentamente...

Unos suaves golpes en la puerta me despertaron. Oía como alguien pronunciaba mi nombre a traves de la puerta. Era una voz bastante agradable, teniendo en cuenta que había sido la voz que me había despertado.

Me incorporé rápidamente y abrí la puerta. Ante mi se encontraba una joven enfermera, que llevaba en su mano unos vendajes.Sus cabellos eran rubios, y su rostro denotaba timidez.

-Oh, buenos días.-dije tranquilamente.

No podía creer que me hubiese mantenido en reposo durante tanto tiempo.

-Oh, ¿Tan tarde es?...Por supuesto, pase.

Cuando entró en mi cuarto su rostro se mostró ante aquella luz de medio día. Era realmente hermosa.

Me senté en un lado de la cama, y esperé sus indicaciones.

Seguí sus indicaciones al pie de la letra, y sin saber porqué, me sentí más nervioso que incluso cuando me enfrenté al arqueosaurio. Sujetando la camisa con las manos, levanté los brazos y mostré mi torso, que tenía el vendaje del día anterior en el costado. Miré a la muchacha queriendole decir que hiciese su trabajo...

-Gracias, procederé a cambiar sus vendajes. - Dije intentando centrarme solo en mi trabajo.

Quité el vendaje antiguo. Las heridas estaban mejor de lo que suponía.
-Vaya... están sanando bastante bien.

Realicé algunas curas para asegurarme de que no se infectaran.
-Ahora le pondré el vendaje nuevo. Si le hago daño, hágamelo saber.

Comencé a vendar de nnuevo la herida.

La chica parecía nerviosa, pero no precisamente porque tuviese falta de experiencia ni mucho menos.

-No se preocupe, no me hará daño-dije mirándola de la manera más dulce posible.

La enfermera se dispuso a comenzar...

-Está bien... Menuda herida, por favor, tenga más cuidado la próxima vez, aunque parece realmente fuerte. No me gustaría tener que operar a nadie... Pe-perdón si le resulto molesta. - Dije mientras vendaba la herida.

Parecía realmente nerviosa, así que una vez más intenté tranquilizarla.

-No se preocupe, soy bueno escuchando a la gente. La próxima vez tendré más cuidado.

-Muchas gracias por su ayuda. Hasta que nos volvamos a ver enfermera.-le sonreí de nuevo y abandoné la habitación.

Sabía que la enfermera tenía razón y que no debía hacer esfuerzos, pero tenía ganas de cumplir otra misión sencilla. Así pues me dirigí al tablón de misiones.

Después de entrar arrojé mi capa contra la silla y me tumbé de golpe en la cama. Todavía estaba nervioso por lo sucedido minutos antes.

"Cuando la acaricié...la amo, estoy seguro, pero es demasiado joven y,..."-los pensamientos iban y venian sin cesar, y mis párpados se iban cayendo lentamente...

"Angie..."

Me desperté de repente. Ya había amanecido. Ya era miercoles, y creía recordar que las clases empezaban ese día. Pero lo primero que debía hacer era esperar a que Angie entrase a cambiarme los vendajes...

Angie parecía de buen humor, y me alegré bastante al oir su voz, que no parecía asustada y preocupada como el día anterior.

-Si, adelante.

Sin hacerla esperar obedecí y deje ver mi costado. Mi piel herida se ocultaba tras el vendaje del día anterior. Esperaba que la herida estuviese mejorando...

-Adelante

Corté los vendajes con cuidado. Me sorprendió ver con que rapidez estaba cicatrizando su herida.
-Vaya, esto tiene ya muy buen aspecto, puede que en dos dias no ecesites más mi visita matutina, jajaja.
Seguí el procedimiento del día anterioo y en seguida estaba listo de nuevo.

-Pues es una pena-dije mientras sonreía-creo que hoy nos espera un duro día de trabajo a los dos.